Nociones básicas

Así que quieres jugar al rol. Pues buena suerte: no es que haga falta tecnología para rolear, pero a ver cómo te las arreglas para encontrar unos dados como los que tenían los frikis del siglo XXI.

Normalmente aquí es donde se explicaría lo que es un juego de rol. Blablabla, jugadores, blablabla máster, blablabla, toda esa movida. Si has sobrevivido al apocalipsis y tienes esto entre tus manos es que sabes de qué coño va el tema.

¿Qué necesitas para jugar?

En realidad bastante poco. Jugadores, papel para las fichas, y lápices para rellenarlas. Aparte, vas a necesitar algo para las tiradas, y en esto te vale cualquier cosa que tenga dos caras, como las viejas monedas que encuentres, chapas o, si tienes dados, cualquiera de ellos. Pero en este material usaremos el nombre de “runas” porque había un viejo juego que las llamaba así. Es cómodo que tengas alrededor de ocho o diez, pero si tienes menos también podrás jugar.

Qué tipo de experiencia cabe esperar en fRáGiL

Afrontémoslo, no es lo mismo jugar al D20 de toda la vida que a los juegos de narratas más propios de principios del siglo XXI. En fRáGiL lo que vamos a encontrar es un juego bastante hardcore destinado normalmente a campañas no demasiado largas. Esto es así porque emula la vida que nos toca vivir en el post apocalipsis, la cual, aceptémoslo, no suele ser demasiado larga.

Esto no significa que un personaje no vaya a poder progresar mucho más allá (y de hecho está totalmente contemplado), pero sin duda la mortandad es muy elevada, y en algunos casos algo aleatoria. ¿Qué quieres que te diga? Cuando las balas vuelan y no hay ninguna ley más que la de la supervivencia, la vida es bastante aleatoria.

En otro orden de cosas, el juego propone una dinámica de partidas casi independientes, apoyada con mecánicas de experiencia e incluso cambios de máster que, además, casan bien con grupos de juego en los que la presencia de jugadores concretos no está garantizada. En una campaña de fRáGiL ni el máster es imprescindible. Es más, podrías llegar a jugar tu personaje con otros tipos que te encuentres en tu camino. De hecho, es bastante divertido hacerlo así.

Chequeo básico

En ocasiones es necesario determinar el resultado de una operación en la que hay intervención del azar. En fRáGiL esto se resuelve de una forma simple: un chequeo consta de una dificultad y la capacidad del individuo para superarla. El jugador implicado tomará un número de runas igual a su nivel de atributo, las soltará desde una altura conveniente, contará el número de aciertos y les sumará un número que depende de las habilidades del personaje (y que puede ser cero). Si el resultado es superior a la dificultad, habrá tenido éxito.

EJEMPLO: CHEQUEO BÁSICO

Un personaje quiere soltarse de unas cuerdas con las que lo han atado. Se ha determinado lo siguiente:

  • La dificultad es cinco. En este caso lo ha dictaminado el máster.
  • El número de runas es tres. Proviene de la Agilidad del personaje, que es el atributo relacionado con esta tarea.
  • El número a sumar es cuatro. Es el valor de escapismo del personaje, que es la habilidad necesaria para afrontar esta tarea.

El jugador toma tres runas y las arroja al aire de forma que caen encima de la mesa de la siguiente manera: acierto, fallo, acierto. El número total de aciertos es dos, a lo que le suma cuatro para un total de seis, que es superior a la dificultad, que era cinco. El resultado es un éxito, por lo que el personaje se suelta de las cuerdas que lo retienen.

En los chequeos de fRáGiL el personaje puede esforzarse para mejorar sus posibilidades. Si así lo decide, invierte un punto de aguante (y solamente uno) para arrojar el doble de runas.

EJEMPLO: CHEQUEO CON ESFUERZO

En el ejemplo anterior (Agilidad con escapismo) el personaje podría haber invertido un punto de aguante para tirar el doble de runas, para un total de seis.

También es posible que se realicen chequeos, no por perseguir un objetivo en particular, sino por intentar conseguir algo en oposición a otra persona. En ese caso cada uno de los implicados debe realizar un chequeo de la forma explicada con anterioridad, obteniendo éxito el que obtenga el mejor resultado.

Puede ser necesario hacer comparaciones en las que no sea aplicable habilidad alguna, como una competición de fuerza. En este caso los atributos son tan explícitos que servirá con compararlos sin hacer ningún tipo de chequeo.

Los resultados de un chequeo son definitivos e inapelables. No es posible repetirlos para efectuar la misma tarea: el personaje obtendrá el mismo resultado automáticamente.

“En la Edad Media a los tramposos y los ladrones les cortaban la mano como castigo. Ahora, además, hay quien la freiría en aceite y se la comería en su puta cara imaginando qué será lo próximo que cortará y echará a la sartén. Da gusto ver que algunas cosas no cambian.”

Valis

fRáGiL es un mundo hecho mierda, pero al menos está bajo una licencia CC-BY-SA.

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